
15 Jun Vacaciones reales en entornos amigables
Seamos realistas: el mundo ha cambiado. Y lo ha hecho de la mano de una transformación demográfica que no podemos seguir ignorando. Las personas mayores de hoy quieren vacaciones reales en entornos amigables.
Vivimos en una sociedad cada vez más envejecida, en la que el porcentaje de personas mayores crece año tras año. Pero atención: hablamos de una nueva generación de mayores, muy distinta a la imagen que tradicionalmente se tenía de la vejez.
Hoy, las personas mayores son activas, viajeras, cultas e independientes. Son mujeres y hombres con una larga trayectoria vital, formados, con intereses variados, y con un estado de salud y forma física envidiable en muchos casos. Personas que desean seguir participando, disfrutando y aportando. Una sociedad inteligente no solo no debería darles la espalda, sino que debe adaptarse a esta nueva realidad y convertirla en oportunidad.
Envejecimiento activo: la nueva normalidad
Este fenómeno no es una moda ni una tendencia pasajera: es un cambio estructural y global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de «envejecimiento activo» como el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.
Esto nos obliga —como administraciones públicas, como empresas, como ciudadanos— a mirar el mundo con nuevos ojos: con los ojos de nuestros mayores, porque ese es, en buena parte, el mundo en el que ya vivimos.
La Red de Ciudades Amigables con las Personas Mayores: Vacaciones reales en entornos amigables

En esta línea, la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, promovida por la OMS y coordinada en España por el IMSERSO, ofrece una hoja de ruta clara para crear entornos adaptados a esta nueva realidad.
Se trata de un proceso que implica a ayuntamientos y entidades locales para transformar su entorno físico, social y económico a través de ocho áreas clave:
- espacios públicos,
- transporte,
- vivienda,
- participación social,
- respeto e inclusión,
- empleo y voluntariado,
- comunicación,
- y servicios comunitarios y de salud.
España cuenta ya con más de 200 municipios adheridos a esta red, desde grandes ciudades a pequeños pueblos, lo que demuestra que la amigabilidad no entiende de tamaño, sino de compromiso.
Buenas prácticas urbanas que inspiran
Algunos ejemplos de éxito en entornos urbanos:
Madrid
Con su tarjeta “Madrid Mayor”, la capital ofrece descuentos en comercios, acceso preferente a centros municipales y una oferta cultural rica y adaptada. Un modelo que integra a los mayores en la vida activa de la ciudad.
Zaragoza
Lidera proyectos de participación activa, espacios adaptados y detección temprana de la soledad no deseada, fruto del diálogo directo con sus mayores.
Barcelona
Con el programa Vincles y la transformación urbana de los Superilles, la ciudad ha mejorado la accesibilidad, la movilidad y la conexión social de sus barrios, en beneficio de toda la ciudadanía.
Alicante
Apuesta por modelos de vivienda intergeneracional, reconocidos internacionalmente, que favorecen la convivencia y el bienestar de las personas mayores.

El valor de lo rural: pueblos que cuidan
No solo las grandes ciudades destacan. También encontramos ejemplos inspiradores en entornos rurales:
Pescueza (Cáceres)
Un pueblo de apenas 150 habitantes que ha creado un ecosistema de cuidados para que las personas mayores puedan vivir con autonomía, dignidad y calidad de vida en su propio entorno.
Mataró (Barcelona)
Líder en el impulso de encuentros intergeneracionales y en el desarrollo de una red local de participación sénior. Su ejemplo demuestra que los municipios pequeños también pueden ser innovadores y accesibles.
El verano, una oportunidad para el turismo sénior
Los municipios que piensan en las personas mayores también piensan en el futuro. Durante la época estival, muchas localidades aprovechan para lanzar programas culturales, deportivos y sociales especialmente diseñados para mayores activos.
- Aranda de Duero promueve talleres de yoga, senderismo y estimulación cognitiva para mayores de 60 años.
- Burgos ofrece menús saludables a precios asequibles y actividades comunitarias los 365 días del año.
- La Puebla de Cazalla (Sevilla) destaca como ejemplo de municipio rural que cuida a sus mayores y al mismo tiempo se proyecta como destino turístico amigable.
La Puebla de Cazalla: cuidando a quienes siempre han cuidado
La Puebla de Cazalla, en pleno corazón de Andalucía, es un ejemplo vivo de compromiso con la amigabilidad. Ha implementado iniciativas que van desde la mejora del urbanismo y la accesibilidad, hasta la participación social de sus mayores en la vida comunitaria. Sus centros sociales, sus actividades intergeneracionales y su entorno humano hacen que los mayores se sientan parte activa del presente.
Además, en verano, La Puebla se convierte en un lugar perfecto para el turismo sénior: tranquilidad, cultura, naturaleza, temperatura agradable y una comunidad acogedora que valora la experiencia de vida de quienes la visitan.
Beneficios reales de ser amigable
- Aumenta la calidad de vida y el bienestar general.
- Atrae un turismo sénior responsable y sostenible.
- Reduce la soledad y fomenta la participación.
- Impulsa la economía local y mejora la cohesión social.
construyamos un mundo para todas las edades
Desde CompromisoMayor lanzamos este mensaje claro:
Es hora de adaptar nuestro entorno a la realidad demográfica.
Es hora de mirar al presente con realismo y construir un futuro inclusivo.
Es hora de ser verdaderamente amigables con las personas mayores.
Ayuntamientos, empresas, organizaciones sociales: evaluad vuestros espacios, vuestras políticas y vuestras acciones. El turismo sénior, el envejecimiento activo y la inclusión no son una moda: son el camino hacia una sociedad más justa, equilibrada y sostenible.
Y tú, ¿estás preparado para vivir unas vacaciones reales en un entorno verdaderamente amigable?
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